Estando en la ducha, a muchos nos ha pasado que llega una intrusa a dañarnos la tranquilidad y privacidad que solo un baño ofrece. Pero no es una persona precisamente quien nos mortifica, es nuestra querida amiga La Cucaracha.
Este no tan querido animalito aparece justo cuando nos estamos untando el jabón. La señora cucaracha ha estado en esa pared todo el tiempo, pero tu no la ves hasta que te giras hacia tal pared y casi sientes que has visto un fantasma. Desde preciso instante no la pierdes de vista. Ella se mueve, tu la sigues con la mirada y sigues con el proceso de de baño. Te estas echando el shampoo y aun la miras. Cada uno de los movimientos de Señora cucaracha (suponiendo que es hembra, yo qué se) te producen un mini infarto. Al final te terminas de duchar, tomas la toalla y corres como puedas para salir rápido del baño.
No sé si le has pasado o no y me he tomado el atrevimiento de hablar por otros. En todo caso, eso es lo que hemos vivido los cobardes que la vemos y no somos capaces de matarla. Aunque, podriamos justificarnos resaltando que al estar duchandote no hay ningún objeto con el cual podamos hacerlo.
En fin, señores y señoras cucarachas no nos mortifiquen en la ducha. Privacidad por favor.
Katika ^×^
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